INTRODUCCIÓN
La violencia es una conducta intencional, cuyo objetivo
es dañar, imponer, vulnerar, reprimir o anular. Posee
direccionalidad, ya que siempre va dirigida hacia una
persona específica. Puede ser un medio de resolución de
conflictos, imponiendo una solución sin utilizar diálogo o
negociación; una forma de ejercicio de poder; o una
reacción a situaciones irritantes, frustrantes, conflictivas,
de peligro o agresión
1
. Es un instrumento de dominio
que tiene doble efecto; por un lado, instala la
subordinación por medio de la fuerza y, por otro lado,
mantiene la subordinación porque la pérdida de
recursos y capacidades la facilita, al crear relaciones de
dependencia. Así, la violencia se constituye en un
instrumento para restringir la libertad y cualquier forma
de restricción de la libertad es contraria al desarrollo
2
.
En el mundo, los hombres tienen mayores
probabilidades que las mujeres de sufrir violencia en el
contexto de conflictos armados y actividades delictivas,
mientras que las mujeres tienen mayores probabilidades
que los hombres de sufrir violencia y lesiones
provocadas por personas cercanas, como esposos y
compañeros. Las consecuencias de esa violencia pueden
ser duraderas y de amplio alcance, por lo que es una
causa importante de lesiones, de enfermedad y, en
algunos casos, de muerte
3
.
Las mujeres son objeto de violencia en varios ámbitos
(hogar, comunidad, instituciones gubernamentales,
ámbito productivo y educativo), en distintas etapas de su
vida (infancia, adolescencia, edad adulta y vejez) y en
diferentes relaciones (de noviazgo y conyugales). Son
además objeto de múltiples tipos de violencia (física,
sexual, emocional, psicológica, socio-económica,
prácticas tradicionales en su contra)
7,8
.
La violencia contra las mujeres en relaciones de parejas
es un grave problema de salud pública y un importante
obstáculo para el desarrollo socioeconómico de muchos
países, principalmente en vías de desarrollo debido a
que ocasiona alta carga de morbilidad y mortalidad
evitable, requiere un elevado valor presupuestal para
atender sus consecuencias en la salud, afecta no solo a
las víctimas sino también a la sociedad y genera grandes
pérdidas de costo-oportunidad
19
. Es una causa
significativa de discapacidad y muerte, entre mujeres de
edad reproductiva, tanto en el mundo industrializado
como en desarrollo
14
.
El estudio publicado el año 2013 por la Organización
Mundial de la Salud
4
reveló que la violencia de pareja es
el tipo más común de violencia contra la mujer, debido a
que afecta al 30% de las mujeres en todo el mundo,
llegando al 38% en algunas regiones; la tercera parte de
los feminicidios se debe a la violencia conyugal y -en las
Américas- el 29,8% de las mujeres han sido víctimas de
violencia física y/o sexual ejercida por parte de su pareja.
En América Latina, la violencia doméstica contra la mujer
ha ido en aumento en los últimos años. Estamos
asistiendo a un problema que hoy en día es catalogado
de salud pública
20, 21
, de violación de derechos humanos
y una barrera para el desarrollo económico
20
. Es un
problema muy frecuente que ha llevado a una serie de
organismos de la sociedad civil y gobiernos a promover
políticas públicas para reducir su frecuencia e impacto
sobre la sociedad
22, 23
. A pesar que son muchas las
campañas que se han realizado en torno al tema, en
muchos países latinoamericanos todavía estamos lejos
de encontrar una solución
20
.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y
transversal en el Centro Poblado “La Tierra Prometida”
(Ica), que alberga aproximadamente 1800 familias y 3600
pobladores de 19 a 59 años de edad. La muestra se
estimó al máximo poder muestral para población
conocida (361 pobladores) y mediante muestreo
aleatorio multietápico se eligió a los pobladores que
participaron en el estudio.
El centro poblado se dividió en dos sectores (norte y sur)
usando como delimitación la vía principal que cruza el
centro poblado. Cada uno, a su vez, fue dividido en tres
subsectores. En estos subsectores se organizaban las
viviendas en 250 manzanas (bloques) con un promedio
de 13 viviendas por bloque y una mediana de 11. Debido
a que el número esperado de pobladores de 19 a 59
años fue 2, se seleccionaron 192 viviendas, adicionando
20 viviendas por posible pérdida de muestra durante la
ejecución del estudio. Mediante muestreo aleatorio
estratificado se seleccionaron los 16 bloques que
albergaban todas las viviendas requeridas en las que se
entrevistaron a los 384 pobladores.
Se incluyeron a varones o mujeres de 19 a 59 años de
edad, con relación de pareja solteros o casados,
independientemente de la convivencia, residentes del
Centro Poblado “La Tierra Prometida” que a aceptaron
participar en el estudio mediante firma del
consentimiento informado.
Se excluyeron a los varones o mujeres de 19 a 59 años de
edad, casados o convivientes, separados de la pareja por
decisión mutua o judicial, a aquellos que no firmaron el
consentimiento informado y a quienes tomaron la
decisión de no continuar participando en el estudio.
La recolección de datos se realizará a través de una
entrevista realizada por los investigadores y
profesionales de enfermería calibrados en la aplicación
del instrumento. Cada par de entrevistadores tuvo a
cargo una manzana para optimizar el uso del tiempo. La
duración aproximada de la entrevista fue de 20 minutos.
Al visitar cada vivienda, el entrevistador saludó y se
identificó con la persona que respondía o abría la puerta.
Luego se le explicó que se estaba realizando un estudio
de salud y se le preguntaró ¿cuántas personas de 19 a 59
años de edad habitan en la vivienda? Si la persona tenía
19 a 59 años de edad se le solicitó permiso para hacerle
algunas preguntas, caso contrario se le pidió que llame a
una persona de ese grupo etario.
Si accedió a continuar, se le preguntó si era residente del
Centro Poblado “La Tierra Prometida. Si la respuesta es
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Rev méd panacea. 2018;7(2):56-62ARTÍCULO ORIGINAL
Creencias relacionadas con la violencia de pareja.