INTRODUCCIÓN
La transfusión sanguínea es una estrategia utilizada
frecuentemente con propósitos terapéuticos, y en
ocasiones con fines preventivos, en diferentes escenarios
hospitalarios. Anteriormente, las complicaciones más
graves eran la transmisión de enfermedades infecciosas
y las reacciones hemolíticas por incompatibilidad ABO,
que con el avance de técnicas de laboratorio y el diseño
de protocolos para donación y administración de las
transfusiones han disminuido significativamente su
frecuencia y han permitido incrementar ostensiblemente
la seguridad del paciente (1).
Actualmente al realizar transfusiones sanguíneas no es
posible asegurar ningún riesgo. Para el año 2009 la
organización mundial de la salud reportó una
prevalencia de 33 millones de personas infectadas con
Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) a nivel
mundial, y se estima que más de 350 millones de
personas presentan Hepatitis B (VHB), Hepatitis C (VHC)
o ambas (2).
En países con un Índice de Desarrollo Humano medio y
alto se presentan bajos índices de transmisión de VIH,
virus de la hepatitis B y C (1 por cada 1 500 000, 1 por
cada 282 000, y 1 por cada 2 000 000 de habitantes,
respectivamente). La relación del Índice de Desarrollo
Humano con la prevalencia de enfermedades
transmitidas por transfusión sanguínea para países con
un Índice de Desarrollo Humano alto, medio y bajo es de
0,001%, 0,06% y 0,5%, respectivamente (3).
En concordancia con lo anterior, se conoce que el riesgo
de contaminación con la transfusión de una unidad de
sangre es de 1 en 132 000 para el VIH, 1 en 43 000 para
la hepatitis B y 1 en 19 000 para la hepatitis C. Para el VIH
y el Virus de la Hepatitis B (VHB), por lo menos 90% del
riesgo es atribuible al periodo de ventana; mientras que
para el Virus de la Hepatitis C (VHC) es de 73% a 88% (4).
La Organización Mundial de la Salud establece que a
toda unidad de sangre y hemocomponentes se le debe
realizar pruebas de tamizaje, para la detección de
marcadores serológicos de infecciones transmisibles por
transfusiones sanguíneas. Actualmente en el Perú se
realizan pruebas de tamizaje para la detección de
anticuerpos contra el virus de la hepatitis C, del antígeno
de superficie de la hepatitis B, de los virus linfotrópicos
de células T humanas (HTLV-1 Y HTLV-2), antígeno y
anticuerpo contra el virus del VIH (5).
Ante la mayor demanda de componentes sanguíneos
por razones terapéuticas médicas y conociendo que
existen muchas infecciones que transmiten por
transfusión sanguínea. El objetivo de este artículo es
realizar una revisión actualizada sobre prevalencia de
marcadores virales en donantes del Banco de sangre.
MATERIALES Y MÉTODOS
La búsqueda bibliografía se ha realizado en Pubmed,
Medline y Scielo. Como criterios de selección se tomó en
cuenta información publicada en dichas fuentes dada la
confiabilidad de las mismas, con una antigüedad no
mayor de 5 años, tanto en idioma español como inglés.
RESULTADOS
Se encontró un total de seis artículos, siendo tres de ellos
realizados en población americana, dentro de ellos dos
estudios peruanos.
J.Rojo-medina y JMBello-López (Mexico, 2017) realizaron
un estudio de prevalencia de los virus de hepatitis C
(VHC) y B (VHB) en donantes de sangre mexicanos,
encontrando que de un total de 19,096 294 y 18,617 288
informes mensuales con resultados de pruebas
serológicas del VHB y VHC fueron obtenidos
respectivamente durante 13 años (2000-2012). Un
descenso de 5,375 (prevalencia=0.47) a 2,675
(prevalencia=0.15) casos seropositivos al VHB fue
observado. El marcador serológico del VHC presentó un
aumento de 8,170 (prevalencia=0.69) a 10,217
(prevalencia=0.57) casos seropositivos. Concluyen que el
aumento de la prevalencia del VHC indica que sigue
siendo un potencial patógeno transmisible por
transfusión y necesita tratamiento oportuno y eficaz (7).
Leidy Camargo De la Hoz y col. (Colombia, 2018)
realizaron un estudio para determinar el perfil de
donantes de sangre y seroprevalencia de marcadores
infecciosos, encontrando que 78,86% de los
donantes de sangre fueron vo¬luntarios por primera
vez, las participación de la mujer como donante fue
significativamente más baja (32,69%) en com-paración
con los hombres (67,31%), la fuente más impor¬tante de
donantes fue la captación en campañas de dona¬ción
(74,19%). El marcador infeccioso más frecuentemente
encontrado en los donantes fue Sífilis (1,73%), seguido
por Hepatitis B (1,53%), Hepatitis C (0,46%) HTLV I-II
(0,21%), la enfermedad de Chagas (0,27%) y VIH (0,17%)
(8).
Jaiberth Antonio Cardona y col. (Colombia, 2018)
realizaron un estudio de prevalencia de virus de las
Hepatitis B y C y factores asociados en un banco de
sangre con base en una población de 25.842 donantes,
se halló una alta proporción de donaciones en adultos
jóvenes (57%) y mujeres (53%), predominó el tipo
altruista (75%), no repetitiva o de primera vez (76%). La
prevalencia del VHB fue 1,5% y del VHC 0,40% (9).
María Antonia Ramos Ríos y col. (Cuba, 2014) realizaron
un estudio de incidencia de marcadores serológicos en
donante de sangre en base a una población de 989, se
alcanzó una incidencia de AgsHB 1,0 %, VHC 2,3 %, VIH
3,4 % y sifilis 2,3 % (10).
Jeél Moya y Edward Julcamanyan (Perú, 2014) realizaron
un estudio de seroprevalencia de marcadores
infecciosos causantes de pérdidas de hemodonaciones
en el Servicio de Banco de Sangre, los hallazgos fueron
Los hallazgos fueron 4.63% para HBcAb, 1.78% para
sífilis, 1.21% para HTLV I-II, y 5.31% para otros
marcadores serológicos de un total de 11399
donaciones completas. Concluyendo en que la
prevalencia hallada demostró la mala calidad de
donantes de sangre y el gran impacto económico por
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Rev méd panacea 2019 May-Ago;8(2): 78-81ARTÍCULO ESPECIAL
Prevalencia de marcadores infecciosos en donantes de sangre