RUPTURA UTERINA EN GESTANTES CON ANTECEDENTE DE CESÁREA PREVIA
DOI:
https://doi.org/10.35563/rmp.v9i1.289Resumen
La ruptura uterina es la complicación obstétrica peligrosa que puede ocurrir durante el intraparto, con mayor frecuencia en aquellas pacientes que tienen historia de una cesárea, afortunadamente es
infrecuente sin embargo está asociada a una significativa morbilidad y mortalidad materno perinatal (1). La ruptura uterina se define como la disociación de la pared del cuello uterino, segmento o cuerpo uterino incluyendo su peritoneo con o sin expulsión de las partes fetales a la cavidad abdominopelvica, emergencia que necesita resolución quirúrgica inmediata que puede terminar en histerectomía (2,3). En mujeres con antecedente de cesárea sometidas a prueba de trabajo de parto el riesgo de ruptura uterina es entre 0,2 a 1,5% (2). La probabilidad de la complicación está latente cuando el periodo interpartos es menor a 24 meses, cuando el feto tiene un peso mayor a 4,000 grs, en casos de hiperdinamia, partos laboriosos, histerorrafia en un solo plano, cicatriz uterina menor a 2,5 mm medido por ecografía y maniobra de kristeler (3,4).
En la mayoría de los casos el origen de este accidente es atribuido a la fuerza que sobrepasa la
capacidad elástica de la cicatriz a nivel del segmento uterino, con más posibilidad que ocurra en la fase activa o en el periodo expulsivo donde el musculo uterino se agota y sufre máxima presión que logra disociarla, pudiendo quedar los bordes de la lesión uterina irregular, edematoso, equimóticos,
sangrante, que ya abierta la cavidad abdominal debe delimitarse y volver a explorar a fin de hacer un control efectivo de la hemorragia y darle reparación (3).
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