Nuevos enfoques terapéuticos en el derrame pericárdico: ¿Qué debemos considerar?

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DOI:

https://doi.org/10.35563/rmp.v13i2.598

Resumen

El derrame pericárdico (DP) se define como la acumulación anormal de líquido dentro de la cavidad pericárdica, que normalmente es inferior a 50 cc. Esta entidad se enlista como sub-espectro clínico enmarcado en otras presentaciones clínicas más grandes como la pericarditis aguda, taponamiento cardiaco y pericarditis constrictiva, considerados síndromes pericárdicos comunes en la práctica clínica. Desde una perspectiva fisiopatológica, las condiciones que favorecen el curso del DP están dadas 
por sobreproducción de líquido pericárdico, traumatismos, disminución en la reabsorción ya sea por invasión neoplásica y finalmente un desequilibrio en las presiones hidrostáticas y oncóticas en condiciones preexistentes (insuficiencia cardiaca, cirrosis hepática, nefropatías, entre otras)¹,².
La prevalencia de esta entidad oscila alrededor del 9% en la población occidental. Esta epidemiología puede variar de acuerdo con el sitio de medición, ya que puede verse seriamente influenciada por zonas donde existe mayor prevalencia de tuberculosis, siendo esta última la principal etiología infecciosa en la génesis del DP. Su diagnóstico está dado usualmente por ecografía y se clasifica en leve (menor de 100 cc), moderado (100-500 cc) y severo (mayor de 500 cc)³,4

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Publicado

2024-09-14

Número

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Carta al Editor